El crecimiento experimentado por el Internet de las Cosas desde su nacimiento en 2009 en sectores tan variados como salud, hostelería o logística, ha supuesto que en el año 2022 se estimara el uso de unos 16.000 millones de dispositivos IoT.
Sin embargo, su securización no ha avanzado en consonancia, por lo que es necesario desarrollar técnicas de ciberseguridad que disminuyan el riesgo de ataques.
Este estudio aborda esta problemática basándose en técnicas side-channel, detectando ataques o anomalías supervisando el consumo energético de los dispositivos IoT y analizándolo mediante técnicas de aprendizaje automático.